Costeros peligrosos, chorizos con antracitas, candiles de Marrón o cartuchos de dinamita. Son algunas de las exquisitas y singulares propuestas de la VII Jornadas Gastronómicas y de Tapas Mineras que abren hoy sus puertas en Fabero. Una iniciativa que constituye la antesala a la Semana Santa y con la que tanto el Ayuntamiento como la Asociación de Hosteleros de la localidad pretenden rendir tributo a la cultura minera de un municipio al que ha servido de base económica para su desarrollo.
Durante dos fines de semana, los días 24 y 25 de marzo y 28 de marzo y 1 de abril, en horario de 19.00 a 22.00 horas, un total de 26 bares de Fabero y Lillo del Bierzo ofrecerán a sus clientes un pincho minero con cada consumición. Todo ello sin aumento de precio. Algo en lo que ha influido, y mucho, la crisis. Se trata de que todo el mundo pueda degustarlas, que estamos en malos tiempos, explica Jovino Férnandez, propietario del bar La Alacena de Fabero e integrante de la Asociación de Hosteleros de la localidad.
Las Jornadas Gastronómicas y de Tapas Mineras constituyen una cita ya tradicional en el calendario festivo del municipio. No en vano se ha consolidado como un importante atractivo para el turismo en una iniciativa que aúna cultura, tradición y gastronomía. Tiene muy buena aceptación entre la gente porque sirve para mostrar lo que ha sido Fabero durante muchos años, toda una vida ligada a la minería, explica la concejala de Fiestas, Ana María Vicente.
De hecho, el Ayuntamiento de Fabero ha sido el encargado de la promoción de la feria no ya sólo en el Bierzo sino en otras zonas cercanas de Galicia, Asturias y Castilla y León, donde ha tenido muy buena acogida. Se ha intentado mover todo lo posible para darle más auge con publicidad en los medios y a través de Internet, explica la edil.
DELICIAS BERCIANAS EN PLATOS MINI
Las tapas que se servirán durante los cuatro días en los que se prolongarán las jornadas están elaboradas con productos típicos de la huerta berciana y de la matanza casera como botillo, chichos, pimientos y otras delicias de la gastronomía de la zona.
Cada uno de los 26 hosteleros participantes han sido los encargados de llevar a cabo una cuidada elaboración. La guinda de la tapa: su nombre. Y es que cada una de ellas se ha bautizado con nombres relacionados con el mundo de la minería. Todo vale con tal de que resulte sugerente al oído y especialmente apetecible al paladar, desde antiguas explotaciones mineras, pasando por herramientas o hasta cualquier tipo de objetos tradicionalmente ligados a un sector que ha sido base económica ya no sólo de Fabero, sino de toda una comarca que ha crecido y se ha desarrollado al amparo de la cultura minera. Tenemos desde revuelto de gambas, setas y cecina con los huevos del patrón, para bajarle un poco la moral, hasta cecina del barrenista con costeros, anuncia uno de los hosteleros participantes.
Las jornadas nacieron hace siete años para rendir tributo a la minería y a los platos que se llevaban a los tajos los mineros para reponer fuerzas tras una dura jornada laboral. Se trata de rememorar un poco la comida que comían nuestros mineros cuando iban a la mina, explica el hostelero Jovino Fernández, quien señala que se trata de hacer algo diferente, ahora que las minas están abocadas a cerrarse. De gentes llegadas de Fabero o Ponferrada las jornadas han servido como foco de atracción para público procedente de otras provincias vecinas, como Galicia o Asturias.
PRECIOS DE CRISIS
Y es que asentados junto a la barra de uno de los 26 establecimientos hosteleros participantes uno puede acompañar un vino o caña con exquisitas albóndigas hechas con la matanza casera a la antigua usanza, caldos de castañas, de berzas, o el tradicional pulpo a feira. Una propuesta para todos los públicos y a precios de crisis. Aquí en Fabero ya tenemos muy buenos precios todo el año, así que estos días de la feria, si un corto cuesta 0,80 céntimos habitualmente, ahora el corto con la tapa pues también serán 0,80 céntimos, o sea que, la tapa es gratuita con la consumición. De hecho, los hosteleros mantuvieron una reunión previa de cara a la organización de esta nueva edición de la feria y decidieron, a la vista de la situación, no subir los precios. No queríamos que fuera de un precio que le impidiera a la gente participar, queríamos que fuera más popular, señala el propietario del bar La Alacena.
La concejala de Fiestas del Ayuntamiento de Fabero, Ana María Vicente, considera que iniciativas como ésta se hacen ahora más necesarias que nunca no ya sólo de cara a impulsar el turismo como industria alternativa a un sector que ahora vive en horas bajas, sino también para revitalizar otro, el hostelero, que, al igual que otros muchos, está sufriendo en sus carnes los duros efectos de la crisis económica. Es algo bueno, es promocionar la hostelería del municipio y a la vez los productos típicos de la zona, señala Vicente.
Tanto el Ayuntamiento como la Asociación de Hosteleros confía en la buena acogida de esta edición de la feria que viene avalada por el éxito de alcanzado en ediciones precedentes. Por ello, no dudan en invitar a todos los amantes de la cultura gastronómica de nuestra tierra a acudir a las VII Jornadas Gastronómicas y de Tapas Mineras de la Cuenca de Fabero que estamos convencidos de que les dejarán un buen sabor de boca.
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