La berciana Sabina Asenjoda una lección de raza para lograr el bronce en el disco

Era una de las aspirantes a la medalla de bronce en este Campeonato de España al aire libre. Por delante debían estar Irache Quintanal y Mercedes de Sántalo que por ese orden concluyeron la prueba. l sitio de la atleta de Lillo del Bierzo estaba tras las dos mejores en busca de un lugar en el podio, como hace dos años, cuando sorprendió a todos. Ayer lo repitió, pero de una manera muy diferente porque lo hizo con el valor añadido que siempre tiene ganar la medalla en el último lanzamiento, un intento pleno de garra en el que envió la ‘pastilla’ de un kilo hasta 51,40 metros.
Ser bronce como lo logró ayer la berciana tiene casi un sabor de oro porque había marchado tercera desde el primer lanzamiento hasta el quinto en el que la checa nacionalizada española Alice Matejkova la superaba por nueve centímetros enviándola a la cuarta plaza, la más odiada por cualquier deportista.
No es sencillo reponerse a un golpe como ése, pero Sabina lo hizo. Entró en el círculo sabiendo que debía superar la barrera de los 51 metros. Era un todo o nada. O el éxito del bronce o el mal sabor de la ‘medalla de chocolate’. Y la moneda salió cara. La discóbola de Lillo entró en el círculo, hizo un gesto técnica casi perfecto y sacó el disco con el ángulo soñado para que volara hasta los 51,40 metros que le daba el bronce y un puesto en el podio en un marco tan emblemático como es el Estadi Olímpico de Montjuic.
De la representación leonesa que ayer competía en Barcelona hubo tres atletas que rozaron la final. Adrián González en los 400 metros, Héctor Buenosvinos en los el hectómetros y Miguel Ángel Barros en los 110 metros vallas, que se quedaron a un suspiro de alcanzar la final el primero de ellos y la ronda de semifinales en el caso de los dos últimos.
Por su parte, otra veterana atleta leonesa, Silvia Martínez cumplió con creces en la final del salto de altura.
LA CRONICA