El eurodiputado de Izquierda Unida (IU), Willy Meyer, presentó ayer una pregunta ante la Comisión Europea sobre el lamentable situación de las escombreras en Fabero, donde los vertidos de las antiguas explotaciones mineras se acumulan sin control, con un grave perjuicio para el medio ambiente y un serio riesgo para la salud de las personas que viven en la zona.
Meyer alude a los Ancares leoneses -declarados Reserva Natural de la Biosfera por la Unesco- y, concretamente, al municipio de Fabero sonde los vertidos mineros se acumulan en escombreras como es el caso de la «escombrera del río», perteneciente a la empresa Combustibles de Fabero, y de la «escombrera del matón», propiedad de Minas Casualidad y posteriormente de Minera de Fontoria, ambas desaparecidas ya. Por otro lado, el eurodiputado apuntó a que parte de la escombrera es utilizada como balsa de decantación de Unión Minera del Norte (Uminsa), al tiempo que puntualizó que su situación colindante con el río Cúa «implica un importante daño al medio ambiente, ya que las crecidas del caudal arrastran lixiviados afectando al río y sus márgenes», además del impacto visual.
Así, para Willy Meyer, el tratamiento de los residuos de la industria extractiva es la asignatura pendiente en España. «Los residuos de la insdustria extractiva suponen una quinta parte de los residuos anuales de la UE. En España, el tratamiento de estos residuos, que pueden contener grandes cantidades de sustancias peligrosas, es una cuestión sin resolver que causa graves perjuicios en el medioambiente y la salud humana», insistió Meyer. En esta línea aludió a la directiva marco que obliga a los estados miembros a garantizar la gestión de dichos residuos. Así, preguntó ante la cámara si conoce la Comisión los hechos expuestos, solicitó información sobre las escombreras y sobre qué medidas ha adoptado España para aplicar la directiva.
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