Izquierda Unida de Fabero reivindica la verdadera celebración del 1 de mayo

Un 1 de mayo no es un día de fiesta, debe ser, ante todo, según indican desde el partido, una jornada para reivindicar y no permanecer en el silencio cómplice del inmovilismo. Como sucede, entre otras cosas, con la seguridad laboral, (entre enero y febrero en Castilla y León fallecieron en su trabajo 26 personas).

Se está produciendo un desequilibrio: los que más tienen, cada vez ganan más, mientras los que menos tienen, cada vez tienen menos. La 'clase media', la 'sociedad del bienestar', que citan los partidos que gobiernan o gobernaron este país, está en peligro de extinción. Esta 'clase media', cada vez le cuesta más llegar a final de mes.

Este deterioro se transforma en sangrante, cuando se habla del sector de la minería. En él, los logros conseguidos por duros años de huelgas y luchas se han perdido en poco tiempo. Sector que ha hecho desaparecer padres, hermanos, tíos, maridos, etc, los cuales sacando el negro carbón de las entrañas de la tierra, perdieron la vida o los mató lentamente la silicosis.

Donde el monopolio en la provincia leonesa, por parte de un único empresario, lo ha trasformado en uno de los de mayor explotación laboral. Donde el único interés, es el máximo beneficio al mínimo coste. Para lograr este interés, se realizan toda clase de presiones, siempre con un único fin, no importan los derechos de los trabajadores, no importa lo que dicta el sentido común. Lo único que importa es el beneficio.

Desde Izquierda Unida de Fabero apuestan firmemente por reducir la precariedad en el empleo recuperando la causalidad en la contratación y las modalidades de contratos; recuperar el poder adquisitivo de los salarios (mientras los beneficios empresariales crecían un 70% los salarios iban perdiendo un 4%) y lograr la jornada semanal de 35 horas, por ley, sin reducción salarial; acabar con el paradigma de la precariedad laboral: las ETT´s y las Empresas de Servicios.Además, abogan por lograr la igualdad efectiva en el acceso al trabajo independientemente del género, de la raza o de la edad; perseguir el fraude fiscal y laboral; incrementar las plantillas del cuerpo de inspectores de trabajo de modo que se asegure el cumplimiento de las leyes de salud laboral y apostar por un sistema público y, por tanto, evitar la privatización de los servicios públicos que no sólo empeora su calidad sino que precariza y abarata las condiciones de trabajo de la clase obrera.Por tanto, desde Izquierda Unida de Fabero reiteran que el 1 de mayo, es un día para reflexionar sobre lo que a los trabajadores y trabajadoras nos queda por luchar, porque al día siguiente no debemos de parar de reivindicar, aquello que hará de esta sociedad una más justa, más solidaria, más igual y más digna.
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