PONFERRADA.— La sección de Carreteras de la Junta de Castilla y León ha iniciado una vez más obras de mejora en la carretera que une Fabero con Fresnedo, la LE-715, concretamente en el tramo afectado por un deslizamiento de tierras en diciembre del pasado año 2006. Precisamente el alcalde de Fabero, Demetrio Alfonso Canedo, había denunciado a comienzos de este mes el mal estado que presentaba el asfalto de la vía una vez que ésta había sido reabierta al tráfico después de más de cinco meses de obras.
El regidor explicó que «ya hace unos días» que la carretera vuelve a estar en obras, porque la Junta está arreglando el asfalto del tramo afectado, «que estaba lleno de baches y blandones», así como colocando las viondas de seguridad en la zona en la que se ha hecho el desvío.
Esta circunstancia obliga a que los técnicos corten el carril en el que trabajan, con lo que la circulación queda limitada a un único sentido en el tramo de las obras. «Las obras sólo permiten la circulación en un sentido. Los semáforos dan paso en uno u otro sentido en función del carril en el que estén trabajando en ese momento, lo cual produce todas las incomodidades y las retenciones correspondientes», afirma el alcalde. No obstante, aseguró estar «ya resignados» a soportar esta situación hasta que se construya la vía rápida que ponga una solución definitiva a la comunicación del municipio minero. «Ya estamos resignados a soportar todas estas incomodidades de circulación en esa carretera y por ello en lo único que pensamos es en la construcción de la vía rápida que ponga de una vez una solución definitiva a las comunicaciones de Fabero por carretera. Esa vía rápida es imprescindible y debe ser acometida de manera urgente», apostilló.
La vía rápida Fabero-Fresnedo está en la actualidad en la fase de redacción del proyecto de ejecución, un trámite que se espera que esté concluido antes de que finalice el año. Para su construcción, el Plan del Carbón ha designado una partida de 22 millones de euros.
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