La familia del pequeño de Fabero con cáncer terminal recibe en menos de dos semanas casi 120.000 euros en donaciones para pagar el tratamiento del niño en la Clínica de Navarra
Los donativos públicos y anónimos recaudados para financiar el costoso tratamiento que esta recibiendo en Pamplona Antonio Ordóñez López, el niño faberense aquejado de cáncer terminal y desahuciado por los médicos de la Seguridad Social, ascendían en la mañana de ayer a 119.000 euros. Esta cifra continuará incrementándose a lo largo de los próximos días, debido a que se siguen celebrando diversas actividades a su favor. Aunque posiblemente con la cantidad ahora mismo recaudada podría hacerse frente a la totalidad del tratamiento, así como otros gastos como el de los traslados en ambulancia medicalizada, ayer viernes, la familia de Toñín procedió al pago del primer ciclo de este costoso tratamiento por importe de 7.404 euros. La familia ya ha anunciado que el dinero recaudado que sobre se destinará a ayudar a otros niños que como Toñín se encuentren afectados por el cáncer y sus familias no disponga de dinero para el tratamiento en centros privados o para los gastos añadidos de la terapia en la sanidad pública
La cascada de solidaridad de personas anónimas, entidades, artistas, deportistas ha sorprendido a la familia Ordóñez López que nunca se imaginaron que tantas personas y entidades se implicasen en su causa. Las iniciativas se siguieron sucediendo ayer en Fabero con una velada de Kick Boxing, Boxeo, Vale Tudo en el pabellón cubierto, y un concierto a cargo de los grupos locales, Ibidem, Aztor Sekundario y Konsumo Propio en el Bar Pícaro de Fabero. El Bar Pop mantiene la exposición de la Asociación de Pintores del Bierzo que donarán a la causa de Toñín la venta de las obras as expuestas. Supermercados Claudio de Fabero y Vega de Espinareda en colaboración con alguno de sus proveedores también ha organizado una rifa de electrodomésticos, jamones, cestas de Navidad y nórdicos por un euro la papeleta, que sorteará el próximo 31 de diciembre.
Toñín con algo más de cuatro años es víctima de un cáncer que los médicos del Hospital de La Paz han calificado de terminal, al habérsele reproducido el tumor cerebral que le había extirpado en mayo de 2006 sin posibilidad de repetir la intervención y sin responder al tratamiento. Sus padres Quico y Mari Flor no se resignaron y tras consultar varios especialistas, optaron por aplicar al niño un tratamiento a base quimioterapia y radioterapia en la Clínica Universitaria de Navarra. Y conscientes de que el coste del mismo supera con creces los ingresos de un minero prejubilado no lo dudaron y a través de este periódico pidieron ayuda públicamente. La angustiosa llamada de auxilio transcendió las fronteras provinciales y personas de todas las partes de España se han involucrado en la causa. Aunque estaba previsto que Toñín no regresase a la Clínica Universitaria de Navarra hasta el día 16 de diciembre para recibir el segundo ciclo de su tratamiento, en la jornada de ayer, y ante una bajada de sus defensas, ingresó nuevamente en el complejo sanitario privado. El equipo médico que le trata aconsejó el ingreso del niño, aunque consideró de normal dicha bajada de defensas motivada por la quimioterapia aplicada al niño dentro del primer ciclo.
Los facultativos se mostraron confiados en que así como ha tenido un rápido efecto en órganos renales e hígado, la terapia también haya sido efectiva en las células cancerígenas del paciente.
En el primer ciclo del tratamiento por espacio de cinco días, los médicos trataron al niño con vasodilatadores para debilitar las células enfermas. Después las atacaron con quimioterapia con el fin de destruirlas.
La familia tenía previsto que el niño descansara 20 días en Fabero antes de iniciar el segundo ciclo, por lo que Antonio Ordóñez había regresado a su casa el pasado martes. El pequeño Toñín incluso había presenciado el comienzo del partido benéfico entre el Grupo Begar León y el CB Ponferrada en el pabellón del Toralín de Ponferrada.
Diario de León
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