Más del 65 por ciento de los institutos de la provincia, especialmente en el medio rural, están afectados por los reajustes de aulas como consecuencia de la imposición de agrupaciones de estudiantes hasta la ratio máxima ordenada desde la Dirección Provincial de Educación al comienzo del curso escolar.
Villablino, Cacabelos, Fabero y Santa María del Páramo son algunas de las poblaciones que han decidido movilizarse en contra de la aplicación restrictiva de la ley, que impone la masificiación de aulas pese a que los centros cuentan con profesorado suficiente para impartir las asignaturas a grupos más reducidos.
La supresión de asignaturas optativas o de modalidad en centros que no tienen un número mínimo de alumnos y alumnas es otra de las consecuencias de las medidas adoptadas por la Junta, que han obligado a los institutos a rehacer todo el programa organizativo de horarios y cursos con las clases ya iniciadas.
Esta medida ha generado tanto descontento y desánimo en el profesorado, cuyos representantes sindicales han convocado huelga para el día 7, como desconcierto entre el alumnado y las familias. Según la directora provincial, Mercedes Fernández, «a los centros se les ha pedido que se ajusten a la norma (resolución de implantación de la ESO en Castilla y León) y que, respetando su autonomía de centro, presenten su plan de refuerzo educativo con medidas de atención a la diversidad». Atendidos y en espera
Directores y directoras de 18 centros le pidieron por escrito que el presente curso se respetara los cupos asignados y la organización propuesta desde cada centro, ante lo que se han producido modificaciones puntuales en algunos institutos, especialmente en los más grandes de León y Ponferrada.
Pero si el teléfono no suena para ordenar lo contrario, a partir de hoy el instituto La Gándara de Toreno tendrá un grupo de 35 escolares en 3º de ESO, en lugar de los dos propuestos por el centro. Para salvar el límite impuesto por la ratio, de 30 estudiantes en esta etapa educativa, Educación obliga a hacer un grupo de 29 personas cada vez que el alumnado de diversificación curricular sale de clase, es decir, prácticamente en todas las asignaturas menos en Educación Física, Plástica y Música. Pese a que dispone del profesorado suficiente, el centro tampoco tiene autorización para hacer dos grupos en 1º de ESO en las asignaturas instrumentales de más carga lectiva, Lengua y Matemáticas.
En el instituto Obispo Argüelles de Villablino se tendrán que deshacer los tres grupos de 3º de ESO que empezaron a funcionar con el inicio del curso y convertirse en dos. Otro tanto sucede con el alumnado de 4º, que no entienden que ahora tengan que agruparse para ajustarse al máximo de ratio.
En el IES Valles de Luna, de Santa María del Páramo, las agrupaciones obligadas hace que el centro pierda dos grupos, uno de 3º de la ESO -con 56 estudiantes se hacen dos grupos en lugar de tres- y otro de 1º de Bachillerato, de modo que el alumnado de tecnología y humanidades, las dos ramas que se imparten, estará en la misma aula en las materias comunes. Se masifica, además, la hora de MAE (Medidas de Atención Educativa), una asignatura que por su carácter no evaluable hace más complejo el control del grupo.
En el IES San Andrés, ubicado en Villabalter, las exigencias de un alumnado mínimo se traduce en la reducción de optativas suprimen optativas. En la capital leonesa, pese a las concesiones realizadas a algunos centros, Educación no ha transigido con la organización que presentó el IES Ordoño II, de modo que en este centro se pierde un grupo en 3º de ESO y otro de francés, lo que significa un aumento de la ratio por aula hasta el límite legal permitido, de 30 escolares o 28 si hay una persona con necesidades educativas especiales.
Un caso singular es el del IES Lancia, de León, donde la profesora de Latín es obligada a impartir Lenguaje Musical sin tener formación especializada. La administración aprovecha parte de las horas que tendría que dedicar a la jefatura del departamento para impartir estas clases extra y se ahorra media jornada de especialista.
En el IES Ramiro II de La Robla, el mismo problema se ha «solucionado» suprimiendo la modalidad de Historia de la Música en 2º de Bachillerato, pese a que es materia de Selectividad y todavía no es aplicable el cupo mínimo de alumnado. Tampoco pueden impartir Literatura Universal, aunque dispone de profesorado.
En el IES Beatriz Ossorio de Fabero el alumnado protagonizó la segunda movilización en una semana tras materializarse el agrupamiento de alumnado de 4º de la ESO, que inicialmente estaba distribuido en tres aulas. En Cacabelos, con una situación similar, la asamblea de madres y padres decidió ayer movilizarse para evitar la reagrupación de aulas.
Diario de León
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