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martes, 9 de diciembre de 2008

Un berciano, al frente de la primera misión a Marte con bandera española


Se trata de Luis Vázquez Martínez, natural de Narayola (Camponaraya), profesor del Departamento de Matemática Aplicada de la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid. El proyecto: 'Misión MEIGA MetNet'...

El aula Miguel de Guzmán de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid ha acogido, dentro de las actividades del Instituto de Matemática Interdisciplinar, la primera reunión nacional de la Misión MEIGA MetNet. El objetivo de la misma es situar estaciones meteorológicas en la superficie de Marte para así conocer mejor sus condiciones ambientales y facilitar, entre otras cosas, los futuros vuelos tripulados al planeta rojo. Esta es la primera misión a Marte con bandera española, ya que científicos de varias instituciones de nuestro país han desarrollado instrumental que funcionará cuando se desplieguen las estaciones meteorológicas. La dirección tecnológica depende del Instituto Nacional de Técnica Aerospacial, mientras que la dirección científica depende de Luis Vázquez, profesor del Departamento de Matemática Aplicada de la Facultad de Informática.

Año 2035. Una nave tripulada se acerca a Marte. Tras seis meses de viaje, los astronautas que van en su interior observan cómo la nave se acerca al lugar donde se posará sin mayores problemas. En su camino han esquivado una tormenta eléctrica marciana y conocen a la perfección la radiactividad de la zona, así como la frecuencia de las habituales tormentas de polvo. El conocimiento meteorológico preciso se ha llevado a cabo gracias al proyecto MEIGA-MetNet (Meteorological Network, Red Meteorológica), que empezó a forjarse en 2001.

El nombre MEIGA (Mars Environmental Instrumentation for Ground and Atmosphere) surgió en el despacho del profesor Luis Vázquez, del Departamento de Matemática Aplicada de la Facultad de Informática. Vázquez es, de hecho, el director científico de la misión MEIGA-MetNet Precursor, que será el primero de los vuelos de dicho proyecto que busca instalar, en total, dieciséis estaciones meteorológicas en la superficie de Marte.

Los tres países involucrados en esta misión son Rusia, Finlandia y España, y todos ellos aportan instrumentación diseñada especialmente para esta misión. El primer vuelo está previsto para 2011 y en él viajará la primera de las cápsulas MetNet, que será transportada hasta la superficie de Marte por la nave rusa de la misión Phobos Grunt.

Esta será la primera misión a Marte con bandera española, es decir, con participación científica y desarrollo propio. Si la parte científica está liderada por Luis Vázquez, la tecnológica lo está desde el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) por Héctor Guerrero Padrón. La carga española supone un veinte por ciento de la carga útil total y aporta cuatro de los instrumentos que permitirán estudiar la meteorología de Marte. El profesor Vázquez aclara que ya existen módulos orbitales que realizan mediciones de este tipo, pero no pueden obtener series temporales de datos cerca de la superficie y necesitan la validación de sus observaciones remotas debido a las grandes fluctuaciones de los campos atmosféricos cerca de la superficie en distancias pequeñas. Las estaciones meteorológicas de superficie permitirán hacer observaciones más precisas con las que se elaborarán modelos de la atmósfera a diferentes escalas, y con ello, por ejemplo, facilitar el trabajo de las futuras y previstas misiones tripuladas.

A parte de la instrumentación española, también se incluyen sensores de humedad y presión creados por los finlandeses. Los datos que aporten todos los instrumentos se cruzarán y así se podrán conocer a la perfección las condiciones meteorológicas de Marte. Uno de los retos de esta expedición es observar datos con regularidad, cada una o dos horas, aunque si hay un evento especial, como una tormenta, lo ideal es tomar datos cada minuto. Como es imposible enviar señales inmediatas desde la Tierra a Marte, las estaciones MetNet incluirán un software de disparo que se pone en marcha cuando cambian las magnitudes que se están midiendo.

A finales del mes de octubre, en el contexto de las actividades del Instituto de Matemática Interdisciplinar, se celebró la primera reunión nacional de la Misión MEIGA MetNet. En ella participaron miembros de las instituciones
españolas involucradas, tanto el INTA, como la Universidad
Carlos III de Madrid, Arquimea, el Instituto de Astrofísica de Andalucía y la Universidad Complutense. A parte de Luis Vázquez, también participaron otros responsables, como María de Gracia Rodríguez Caderot y Francisco Valero Rodríguez.

Vázquez asegura que una misión a Marte es un proyecto de largo recorrido que creará sinergias que permitirán desarrollar nuevas investigaciones y además involucrar a jóvenes científicos gracias a becas y contratos.

El vehículo espacial Phoenix, que llegó a Marte en mayo de este año, no ha funcionado todo lo bien que se esperaba, y una de las razones es que se posó cerca del polo norte. El lugar elegido para “amartizar” es uno de los aspectos más relevantes, sobre todo en una misión como MEIGA MetNet, que quiere conocer las condiciones meteorológicas del planeta. De momento se baraja una zona de más o menos cinco grados de latitud en torno al ecuador. En esa zona se podrá analizar la cantidad de radiación que llega.

En la Tierra ya se están haciendo simulaciones de las condiciones más extremas que se puedan dar y están sometiendo a los instrumentos tanto a radiación como a temperaturas que fluctúan entre los 50 y los -170 grados centígrados. De todos modos, en el ecuador del planeta es donde las variaciones de temperatura son menores, aunque la radiación sí sea muy elevada.

A parte de las peculiares condiciones del clima y la atmósfera -formada por una fina y fría capa compuesta esencialmente por dióxido de carbono-, también hay que tener en cuenta la orografía de Marte.

Aunque su tamaño es un poco mayor que la mitad de la Tierra, allí se ubican accidentes geográficos tan impresionantes como el Monte Olimpo, un volcán de 25 kilómetros de altura sobre la planicie que lo rodea; el Valle Marineris, que es un corte en la corteza marciana de 4.000 kilómetros de longitud, 600 kilómetros de ancho y siete kilómetros de profundidad; la Cuenca de Hellas, un enorme cráter de 2.300 kilómetros de diámetro y nueve de profundidad, y la cúpula de Tharsis, una formación rocosa de diez kilómetros de altura y 4.000 kilómetros de ancho. Por suerte para los astrónomos, la mayor parte de esos relieves se encuentran en el sur del planeta, mientras que el hemisferio norte es plano (...)

Diario del Bierzo

1 comentario:

Anónimo dijo...

meiga del llatín "magician" pallbrina común al galleu y al astur-llionés que ye sinónimu de bruxa ou vieya